Conversación con Oscar García, socio fundador de Forum Business Travel y CEO de MICE on the Cloud
“Catalunya está trabajando para transmitir garantías y confianza emocional a los organizadores y asistentes a reuniones”
-En el escenario presente de inflexión de los viajes corporativos, de digitalización de parte de las reuniones profesionales y de cambios en los hábitos de viaje y transporte, ¿cuáles son los mandamientos prioritarios a la hora de elegir dónde y cómo hacer una reunión o convención de empresa, incentivo y congreso?
La situación ha cambiado mucho, los eventos híbridos han venido para quedarse. Por tanto, a la hora de organizar cualquier tipo de evento hay que tener en cuenta las garantías sanitarias de la ciudad, la sede y, sobretodo, su capacidad tecnológica para asegurarse que todo funciona. A medio plazo, habrá más asistentes conectados virtualmente que de manera presencial. En cualquier caso, la conectividad de los destinos marcará la viabilidad a la hora de elegir sede. Las compañías aéreas ya han publicado una importarte reducción de capacidad en vuelos y asistentes a nivel mundial, se estima que viajar a ciertos destinos va a ser más complicado y caro.
-¿Cuándo volverá el sector a la normalidad pre-COVID y qué destinos recibirán mayor demanda de viajeros de negocios?
Esto nadie lo sabe. Desde mi punto de vista y por lo que estoy leyendo a nivel internacional, volveremos a tener una cierta normalidad a partir de abril o mayo. Los primeros destinos que recuperarán cierta actividad serán los domésticos y, poco a poco, se incorporán los europeos. Creo que es esencial que haya una unificación de las condiciones de viaje, al menos en Europa. En estos momentos, cada país e incluso cada región establece su propio protocolo. Esta situación dificulta tremendamente el trabajo de los gestores de viajes de las empresas y de sus agencias de viajes.
-Catalunya, con Barcelona como gran epicentro, destaca por su fortaleza en el turismo de reuniones. Este liderazgo, reflejado en el ranking ICCA, está amenazado?
Yo no espero cambios drásticos cuando la actividad sectorial se retome paulatinamente. La clave es la garantía sanitaria y sobretodo conseguir la confianza emocional de organizaciones y asistentes. Catalunya y Barcelona siguen trabajando para transmitir estas garantías y poder retomar la actividad lo antes posible.
– ¿Cómo crees que contribuye la feria IBTM World, que se celebra en Barcelona desde 2004, a la mejora de la competitividad de la oferta MICE de Catalunya?
Más que nunca es esencial este tipo de eventos para entender como el sector está evolucionando y las nuevas oportunidades que están surgiendo, además de poner en contacto el ecosistema del MICE para volver a generar negocio para todos. La IBTM de Barcelona ha sido un referente internacional y lo volverá a ser en la próxima edición. Además, es una oportunidad maravillosa para que Catalunya y Barcelona muestren el gran trabajo realizado durante este periodo tan complicado.
–Hablemos de las tendencias de futuro. ¿Nos dirigimos hacia un turismo de reuniones con eventos menos multitudinarios? ¿Los travel manager planificarán más con una lógica de reducción de costes y de viajes corporativos?
Efectivamente. Veremos eventos híbridos con multilocalizaciones, más cortos y con menos asistentes. La tecnología se aplicará a dos niveles: uno más logístico de producción y otro más estratégico de engagement con los asistentes. En los últimos años, se ha trabajado mucho en el diseño de los eventos desde una visión más estratégica y menos logística, y esto va a continuar. La complejidad de los eventos híbridos consiste en atraer y mantener la atención de dos tipologías de audiencias muy diferentes: presencial y virtual. Ambas son importantes.
¿Se impondrán los destinos que cuiden más la sostenibilidad de los eventos? ¿La RSC marcará las prioridades de las empresas a la hora de planificar un encuentro de negocios o un viaje de incentivos?
La sostenibilidad y el legado van a ser claves a la hora de elegir un destino en los próximos años. Las empresas funcionan por indicadores objetivos y cuantificables. Los destinos y los organizadores de eventos tienen que ser capaces de cuantificar el impacto de sus acciones para que las empresas clientes puedan incorporarlas al resto de sus acciones.