La consolidación de Internet ha hecho posible el crecimiento de la economía colaborativa y la aparición de numerosas plataformas que facilitan un intercambio entre usuarios. El turismo, y en particular el mundo de los eventos, no es ajeno a esta realidad y, de hecho, el 30% de los asistentes al Mobile World Congress 2016 ya no se alojaron en hoteles convencionales, sino en alojamientos «colaborativos». La tendencia, que afecta a otros ámbitos, como el del transporte, parece no tener freno, y el pasado 2 de diciembre diversos actores catalanes e internacionales debatieron sobre los retos de esta economía en la Casa de Convalescència de Barcelona.

El seminario, que contó con la participación de políticos europeos, investigadores, representantes de plataformas online y representantes del mundo de los hoteles, dio lugar a tres conclusiones de consenso para el sector turístico:

1) Es imprescindible regular la economía colaborativa por múltiples razones (seguridad, competencia, urbanismo, fiscalidad, etc.).

2) Es necesario que las plataformas sean transparentes con la Administración para clarificar qué alojamientos son ilegales entre los que publican en sus webs.

3) La economía colaborativa no es el enemigo y hay que valorar su capacidad de generar un turismo de calidad que enriquezca a determinados territorios, así como su capacidad de generar puestos de trabajo en un contexto de crisis económica.

En este enlace encontraréis más información sobre el seminario organizado conjuntamente por el Departamento de Empresa y Conocimiento – Agencia Catalana de Turismo de la Generalitat y por la red de regiones europeas NECSTour.