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Conversamos sore Mujer y Ciencia con la Dra. Teresa Mogas Amorós, Ambassador del CCB

 

La Dra. Teresa Mogas Amorós es catedrática del Departamento de Medicina y Cirurgía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona, y Special Graduate Faculty, del Ontario Veterinary College en la University of Guelph (Canadá) y, desde 2018 también es Ambassador del Catalunya Convention Bureau. Con una amplia actividad docente e investigadora, actualmente es Secretaria del Board de la Association of Embryo Technology in Europe (AETE).

 

Dra. Teresa Mogas Amorós, en septiembre del 2016 organizaste el 32th Scientific Meeting de la Association of Embryo Technology in Europe. ¿Qué aprendizajes adquiriste liderando la organización de un acontecimiento internacional de estas características?

Me di cuenta de la importancia de tener muy claro el planteamiento inicial de cómo se quiere organizar un congreso para que este funcione bien. Desde un buen principio, se tienen que considerar las posibles expectativas y necesidades que pueden tener tanto los/las ponentes y congresistas, como los patrocinadores durante la realización del acontecimiento. Por este motivo, es muy importante contar con un buen equipo de gente en el comité organizador local así como con la ayuda de una agencia de promoción de congresos para decidir, entre todos y todas, las mejores opciones sobre cómo se tienen que organizar las diferentes actividades, tanto desde el punto de vista científico como social. Además, el trabajo en equipo también te asegura que se encontrarán alternativas satisfactorias en caso de que algo no funcione durante la realización del congreso y que todo saldrá bien y se cumplirán las expectativas de los/las asistentes al evento.

 

¿Cuáles son los atributos que destacarías de Barcelona y Catalunya como sede de congresos ?

Barcelona es una de las ciudades más visitadas de Europa, tanto por los turistas que viajan por placer como por las personas que vienen a conferencias, reuniones o todo tipos de eventos culturales. Barcelona es una ciudad que merece la pena visitar, y también el resto de Cataluña, por diferentes motivos que incluye su arquitectura, climatología, gastronomía, buenas comunicaciones, oferta hotelera así como también el carisma y la amabilidad de su gente. Pero estas no son las únicas razones. Su capacidad para acoger todo tipo de acontecimientos y actividades la convierte en una ciudad muy atractiva por el mundo cultural y empresarial. Organizar un congreso en Barcelona y en el resto de Catalunya constituye una garantía para sus organizadores y también para el goce de los asistentes, más allá de la propia celebración.

 

Cómo tienen que pensarse los congresos del futuro para fomentar la igualdad de género en la ciencia y dar más visibilidad al papel estratégico de las científicas?

Las asociaciones científicas tendrían que hacer un esfuerzo para buscar entre sus miembros una paridad de género tanto para las conferencias principales como para las presentaciones orales cortas. Hay muchas mujeres trabajando en investigación y, a pesar de que no sean las más conocidas a nivel social, son las que están trabajando diariamente y generando resultados en sus laboratorios. Hay que evitar el amiguismo tradicional de estos encuentros científicos, cosa que las hará más enriquecedoras, sin lugar a dudas.



¿Qué destacaría de Cataluña cuando le preguntan sobre el binomio mujer y ciencia?

Tradicionalmente, el campo científico en temas de salud tiene una especial importancia económica en Cataluña. Por otro lado, es muy conocido que tanto en Europa, como España o Cataluña este mundo está especialmente feminizado. Es decir, hay más mujeres investigando en estos temas que hombres. A pesar de darse esta situación, cuando se dan premios o se nombran científicos destacados siempre aparecen nombres masculinos. Esto es lo que se denomina el “Efecto Matilde” o la invisibilización del trabajo de las mujeres. La ciencia es cooperadora. Se crea ciencia en grupos de trabajo. No obstante, los medios de comunicación lo acaban simplificando y solo ponen el foco en una persona, que casualmente suele ser un hombre.



¿Son suficientemente visibles las mujeres que hacen ciencia, que crean empresas de base científica, que forman parte de los departamentos de innovación o que dirigen centros de investigación y cátedras universitarias en Cataluña? ¿Por qué?

Como ya he comentado, el efecto Matilde es muy conocido entre las científicas de la salud. Que haya pocas mujeres todavía liderando grupos y centros de investigación se debe al menor reconocimiento de su trabajo y también a la falta de estímulos, apoyo, reconocimientos públicos, etc., que han tenido desde que empezaron su carrera científica. Por otro lado, puede ocurrir que la mujer ya ha perdido la confianza en ella misma cuando le llega la edad de liderazgo y ya no hace el esfuerzo para aplicar para estos cargos de liderazgo.



Según la comisión Mujeres y Ciencia, solo un 19% de los proyectos de investigación europeos con participación catalana están liderados por mujeres investigadoras. ¿Por qué crees que hay este desequilibrio?

Se sabe que las mujeres piden menos proyectos y por otro lado, tienen menos éxito a la hora de conseguir financiación. Actualmente este es un problema importante en Europa que están tratando de solucionar con comisiones más paritarias y cuotas para mujeres.



En tus más de 25 años de carrera de excelencia investigadora, ¿qué evolución ha experimentado la situación de la mujer en el mundo de la investigación?

La situación de la mujer en el mundo de la investigación ha evolucionado mucho en los últimos 25 años, fruto de la incorporación sustancial de la mujer al mundo de la investigación y esperamos que esta tendencia siga en el futuro. A pesar de que en mi Universidad cada vez hay más mujeres dirigiendo equipos de investigación, departamentos, facultades e incluso hemos tenido dos rectoras, todavía hay una falta de paridad en el ámbito científico. Desde hace años las mujeres son la mayoría de la población universitaria tanto a nivel de grado como de posgrado, pero en las categorías superiores de las carreras profesionales la presencia de mujeres es inferior y también es menor el porcentaje de mujeres que llega a ocupar cargos de influencia y dirección en estas instituciones.



¿Qué crees que hay que hacer para que haya más mujeres que elijan carreras científicas y tecnológicas?

Desafortunadamente, la carrera científica y tecnológica no parece demasiado atractiva en general, ni para mujeres, ni para hombres. Esperamos que tan solo sea la consecuencia de una situación coyuntural derivada de las sucesivas crisis económicas y sanitarias y que la sociedad y los poderes políticos se den cuenta que la investigación tiene que ser uno de los pilares básicos del futuro desarrollo de una sociedad acomodada e híper-tecnificada. En estas circumstancies, seguro que incrementará el número de chicas jóvenes con vocación, capacidad y ganas de dedicar su vida profesional a la investigación.


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