Inaugurado oficialmente el 10 de septiembre de 1991, el Circuit de Barcelona-Catalunya nació de un acuerdo firmado por la Generalitat de Catalunya, el Reial Automòbil Club de Catalunya y el Ayuntamiento de Montmeló.
Está considerado uno de los mejores circuitos permanentes del mundo y una infraestructura de alto nivel preparada para albergar grandes eventos gracias a la calidad de sus servicios y a la polivalencia de sus instalaciones.